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Duelo por muerte

El duelo es una vivencia de sufrimiento psíquico intenso, como reacción a cualquier tipo de pérdida, supone una adaptación para adquirir de nuevo la sensación del mundo como predecible y ordenado, en el cual seguir funcionando en la nueva situación, cuidando de los otros afectos y de los nuevos afectos, el dolor se mitiga, deja de ser central y permite un recuerdo placentero.



Puede tener manifestaciones en el pensamiento como incredulidad, confusión, preocupación, etc. y manifestaciones en la conducta como trastorno del sueño.


Las reacciones esperadas son llanto, tristeza, enojo, culpa, aislamiento, falta de interés, molestias físicas, disminución o aumento de apetito.


Si se tenía previo conocimiento de la posibilidad de la muerte se le llama duelo anticipado, el cual se vive como un suceso externo e interno de pérdidas asociadas a enfermedad, no elimina sufrimiento pero permite compartir, planear y si es posible reparar (derecho a decir lo que necesitamos), animar a resolver asuntos prácticos y emocionales pendientes.


Cuando existen reacciones anormales como: negación permanente, llanto incontrolable, depresión incapacitante, ideas suicidas, ira persistente, convencimiento de culpa, retiro social, trastorno total del sueño, síntomas parecidos a los del difunto, trastornos alimenticios, regresión, se puede pensar en un duelo complicado mismo que se experimenta con la persistencia o aumento de síntomas depresivos o angustiantes, la mira de un futuro sin propósito o sin plenitud, no se reconoce la muerte aún y pueden vivirse síntomas como los que experimentó el paciente, irritabilidad, dificultad funcional, evitación de recuerdos, excesos o psicopatologías.



Los factores que influyen para que un duelo se viva de determinada forma son:


- Familiares (edad, afrontamientos anteriores).


- Fallecido (edad, apego, rol, relación ambivalente o dependiente).


- Enfermedad o muerte (repentina, duración, muerte incierta, síntomas sin controlar y con gran sufrimiento).


- Aspectos relacionales (red, poca posibilidad de expresar la pena o incapacidad para hacerlo, pérdida inaceptable socialmente "suicidio, asesinato, enfermedad con estigma").




A continuación se mencionan diferentes modelos que explican las etapas del duelo según algunos autores:


1. Modelo Fases (Bowlby, 1961): a) Fase de Embotamiento. b) Fase de Anhelo y búsqueda de la figura perdida. c) Desorganización y desesperación. d) Reorganización


2. Modelo Estadios (Engel, 1964): a) Conmoción e incredulidad. b) Conocimiento y cólera. c) Aceptación


3. Modelo Fases (Parkes, 1970): 1ª Fase: Insensibilidad. 2ª Fase: Anhelo. 3ª Fase: Desesperación. 4ª Fase: Conducta reorganizada


4. Modelo Etapas (Davidson): 1ª Etapa: Incapacidad de sentir. 2ª Etapa: Búsqueda del otro y anhelo. 3ª Etapa: Desorientación, confusión, pérdida de referentes. 4ª Etapa: Reorganización


5. Modelo Fases (Kubler‐Ross, 1969): a) Negación y aislamiento. b) Rabia. c) Negociación. d) Depresión e) Aceptación


6. Modelo de Tareas (Worden): a) Aceptar la realidad de la pérdida. b) Experimentar el dolor/la pena del duelo c) Adaptarse a un medio en que el difunto está ausente. d) Reorganizar la energía emocional de la relación con el difunto e invertirla en relaciones vivas con los demás.

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